Campaña Big Bang

La marca tenía una gran oportunidad en para abandonar un discurso de precio que la estaba igualando a la competencia; Línea Directa debía poner en valor sus atributos explicando a la gente el porqué se había llegado a precios tan competitivos.

El precio es una consecuencia de nuestra naturaleza de negocio, era y es nuestra ventaja competitiva contra los grandes que no son directos. Pero el precio es un activo y no hay que trabajarlo desde lo barato sino desde lo competente.

En una compañía de seguros no tiene mérito asegurar a un precio alto con todas las coberturas, lo que de verdad tiene mérito es asegurar con todas las coberturas a un precio razonable. Ese es nuestro lugar.

Fue así cómo nos dimos cuenta de que podíamos empezar a ocupar un espacio del que estábamos legitimados. Línea Directa debía ser el primero en marcar el paso del negocio de los directos, el espacio del buen hacer que sitúe a su ventaja competitiva de precio para que se perciba no como algo ‘barato de poca calidad’ sino como una consecuencia de haber hecho una innovación, un esfuerzo para poder dar ese precio.

No podemos olvidar que fueron ellos quienes revolucionaron el mercado español hace 27 años y quienes cambiaron la forma de hacer seguros en España. Frente a un sistema altamente intermediado y con una oferta comercial rígida y compleja, el modelo de distribución solo por teléfono e internet y la flexibilidad y sencillez de sus pólizas fue un éxito comercial que convirtió rápidamente a Línea Directa en una de las primeras compañías de seguros de automóvil del país.

Esta oportunidad fue la que nos permitía ocupar el espacio de las marcas con más imagen, haciendo de Línea Directa un grupo asegurador en toda regla que nos permita crecer y a la vez salir del eje del sólo precio.